Estudio de Cristologia. La deidad de Cristo. 1 parte

ESCUELA BÍBLICA EVANGÉLICA FILADELFIA

"EBEF"

CRISTOLOGIA.





LA DEIDAD DE CRISTO.




1º) LA DEIDAD DE JESUCRISTO.


A)… Jesucristo : Su Pre-existencia



 
Pre existencia de Jesucristo

Introducción : El tema ahora a tocar es la pre-existencia de Jesús; Empecemos por entender que esta verdad a sido siempre muy atacada, por aquellos que mal entienden las escrituras como teólogos sin la vida del Espíritu, sectas o liberales; herejías sobre la persona de Jesús han corrido a lo largo de todos los siglos .

En los primeros siglos del cristianismo se levantaron los ebionitas, estos fueron unos herejes del siglo I y principios del siglo II, negaban la pre-existencia de Cristo y su divinidad, así como su concepción virginal; también rechazaban tajantemente los escritos del apóstol Pablo, tratándole como un apóstata de la Ley.

A mitad del siglo II salieron los cerintianos estos negaban la pre-existencia de Jesús, Cerinto afirmaba que Jesucristo había nacido de José y María, pero que estaba dotado de una sabiduría y santidad muy superior a la humana, ya que cuando fue bautizado bajó sobre él el Hijo de Dios en forma de paloma, y le reveló a Dios Padre, para que lo diese a conocer a todos los hombres otorgándole la potestad de obrar milagros, y que por ello en tiempo de la Pasión, Cristo se separó de Jesús para que pudiese morir, puesto que de no separarse era imposible que pereciera .

En el siglo II imperaba la filosofía de los gnósticos, herejía que afirmaba que Jesús era hijo de un soldado romano llamado Pandira que estaba de guarnición en Nazaret (esta falsa también es creída hoy por los ocultistas modernos) esta filosofía también enseñaba que el espíritu inmortal del hombre no se contaminaba con las obras de la carne, estas enseñanzas ya estaban en tiempos de los apóstoles, fue reprendida por el apóstol Juan en 1.Juan. 1:5-6. 2:4. 3:7-9. y por Pablo en una advertencia a la iglesia de colosas "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas" Col. 2:8

En el 318 D.C un presbítero de Alejandría llamado arrio (arrianismo) proclamaba que Dios (el Padre) había creado de la nada al Logos (su Hijo); que «hubo un tiempo en que el Hijo no existía», y que por tanto el Hijo era una creación de Dios y no era Dios mismo. Éste era divino (un dios) pero que esta divinidad no era de la magnitud que la del Padre, por lo tanto no se le podía llamar Dios verdadero; enseñaba que el verbo que se unió a la carne humana no era igual al Padre, sino el primero y mas noble de los seres creados, y que por medio de El fueron creados todos los demás seres, ( Esta creencia es seguida ahora por los testigos de Jehová ) esta enseñanza hizo bastante mal durante muchos años tanto que se creo un concilio de los padres de la iglesia (concilio de Nicea 325 D.C, donde las enseñanzas de arrio fueron condenadas como herejías ) y como estos herejes, salieron en el pasar de los siglos muchos otros, que negaban la Divinidad o pre-existencia de Cristo .

En estos tiempos modernos muchas son las sectas y filosofías que no creen en la Divinidad de Jesús, o en su pre-existencia ( cristadelfianos, mormones, testigos de Jehová, cienciología, Islamismo, etc.) Cada secta expone sus argumentos e interpretaciones en muchos casos de la Biblia, interpretaciones que casi siempre no se ajustan al verdadero significado de los textos originales y en otros creyendo en meras fábulas pues no tienen ningún fundamento histórico o doctrinal . 2.Cor: 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezcan la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios .



Siendo al mismo tiempo perfectamente humano y perfectamente divino, el Señor Jesucristo es semejante y a la vez distinto a los hijos de los hombres. Las Escrituras son muy claras respecto a la semejanza de Él con los humanos (Juan. 1:14; 1 Ti. 3:16; He. 2:14-17), y lo presentan como a un hombre que nació, vivió, sufrió y murió entre los hombres. Pero de igual manera la Biblia enseña que Él es diferente a nosotros, no solamente en el carácter impecable de su vida terrenal, en su muerte vicaria y en su gloriosa resurrección y ascensión, sino también en el hecho maravilloso de su preexistencia eterna. La Palabra de Dios constante y consistentemente implica la preexistencia y eternidad del Señor Jesucristo Pre-existencia no implica necesariamente eternidad, pero la eternidad implica necesariamente pre-existencia. Entre las pruebas obvias de este hecho pueden resaltarse en varias:

En cuanto a su humanidad Jesús tuvo principio, pues fue concebido por el poder del Espíritu Santo y nació de una mujer virgen. En cuanto a su divinidad, Él no tuvo principio, pues ha existido desde la eternidad. En Isaías 9:6 leemos: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado.» La distinción es obvia entre el niño que nació y el Hijo que nos es dado.

Gálatas 4:4 declara: «Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.» El que existía desde la eternidad, llegó a ser, en la plenitud del tiempo, «nacido (la descendencia) de mujer». Declarando que Cristo fue pre-existente, meramente se afirma que Él existió antes de que se hubiera encarnado, puesto que todos los propósitos también afirman que Él existía desde toda la eternidad pasada. La idea de que Él era pre-existente sólo en el sentido de ser el primero de todos los seres creados (la así llamada herejía arriana del siglo IV) no es una enseñanza moderna. Así las pruebas de su pre-existencia y las pruebas para su eternidad pueden ser agrupadas juntas. Es también evidente que si Cristo es Dios, Él es eterno, y si Él es eterno, Él es Dios, y las pruebas para la deidad de Cristo y su eternidad se sostienen unas a otras.

La eternidad y deidad de Jesús es establecida por dos líneas de revelación

1ª.) Declaraciones directas y 2ª.) Implicaciones de la Escritura.

1. Declaraciones directas sobre su Pre-existencia

La eternidad y deidad de Jesucristo están sostenidas en una vasta área de la Escritura, la cual afirma su infinita Persona y su existencia eterna igual con las otras Personas de la Trinidad. Este hecho no es afectado por su encarnación.

Juan 1:1-2: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.» De acuerdo a Miqueas 5:2: «pero tú, Belén Efrata, pequeño para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.»

Isaías 7:14 afirma su nacimiento virginal y le da el nombre de Emanuel, lo cual significa «Dios con nosotros». De acuerdo a Isaías 9:6-7, aunque Jesús fue un niño nacido, Él fue también dado como un Hijo y es llamado específicamente «el Dios fuerte». Cuando Cristo declaró en Juan 8:58: «De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy», los judíos entendieron que esto era una afirmación de la deidad y la eternidad (cf. Ex. 3:14; Is. 43:13).

Juan 17:5, Cristo, en su oración, declaró: «Ahora, pues, Padre, glorifícame tú para contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese» (cf. Jn. 13:3).

Filipenses 2:6-7 dice que Cristo fue «en forma de Dios» antes de su encarnación. Una declaración más explícita se hace en Colosenses 1:15-19, donde se declara que Jesucristo es, antes de toda la creación, el Creador mismo, y la imagen exacta del Dios invisible. En 1 Timoteo 3:16 se declara a Jesucristo como «Dios… manifestado en carne». En Hebreos 1:2-3 el hecho de que el Hijo es el Creador y la exacta imagen de Dios se declara nuevamente, y su eternidad se afirma en 13:8 (cf. Ef. 1:4; Ap. 1:11). La Escritura declara muy a menudo que Cristo es eterno y que Él es Dios.

La educación contemporánea, la cual acepta la Biblia como la autoridad irresistible con excepción de algunas sectas, afirma la eternidad y deidad de Jesucristo.

2. Implicaciones de su Pre-existencia


La Palabra de Dios constante y consistentemente implica la pre-existencia y eternidad del Señor Jesucristo. Entre las pruebas obvias de este hecho pueden resaltarse varias:

1. Las obras de la creación son adjudicadas a Cristo (Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 1:10). Por lo tanto, Él antecede a toda la creación.

2. El Ángel de Jehová, cuya apariencia se recuerda a menudo en el Antiguo Testamento, no es otro que el Señor Jesucristo. Aunque Él aparece algunas veces como un ángel o aun como un hombre, Él lleva las marcas de la deidad. Él apareció a Agar (Gn. 16:7), a Abraham (Gn. 18:1; 22:11-12; véase Jn. 8:58), a Jacob (Gn. 48:15-16; véase también Gn. 31:11-13; 32:2432), a Moisés (Ex. 3:2, 14), a Josué (Jos. 5:13-14) y a Manoa (Jue. 13:19-22). Él es quien lucha por los suyos y los defiende (2 R. 19:35; 1 Cr. 21:15-16; Sal. 34:7; Zac. 14:1-4).

3. Los títulos adjudicados al Señor Jesucristo indican la eternidad de su Ser. Él es precisamente lo que sus nombres sugieren. Él es «el Alfa y Omega», «el Cristo», «Admirable», «Consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Dios», «Dios con nosotros», el «gran Dios y Salvador» y «Dios bendito para siempre». Estos títulos identifican al Señor Jesucristo con la revelación del Antiguo Testamento acerca de Jehová-Dios (compárese Mt. 1:23 con Is. 7:14; Mt. 4:7 con Dt. 6:16; Mr. 5:19 con Sal.

66:16 y Sal. 110:1 con Mt.22:42-45). Los nombres que el Nuevo Testamento le da al Hijo de Dios se hallan íntimamente relacionados con los títulos del Padre y del Espíritu, lo que indica que Cristo está en un plano de igualdad con la Primera y la Tercera Personas de la Trinidad (Mt. 28:19; Hch. 2:38; 1 Co. 1:3; 2 Co. 13:14; Jn. 14:1; 17:3; Ef. 6:23; Ap. 20:6; 22:3), y explícitamente Él es llamado Dios (Ro. 9:5; Jn. 1:1; Tít. 2:13; He. 1:8).

4. La Pre-existencia del Hijo de Dios se sobreentiende en el hecho de que Él tiene los atributos de la Deidad: Vida (Jn. 1:4), Existencia en sí mismo (Jn. 5:26), Inmutabilidad (He. 13:8), Verdad (Jn. 14:6), Amor (1 Jn. 3:16), Santidad (He. 7:26), Eternidad (Col. 1:17; He. 1:11), Omnipresencia (Mt. 28:20), Omnisciencia (1 Co. 4:5; Col. 2:3) y Omnipotencia (Mt. 28:18; Ap. 1:8).

5. De igual manera, la Pre-existencia de Cristo se sobreentiende en el hecho de que Él es adorado como Dios (Jn. 20:28; Hch. 7:59-60; He. 1:6). Por lo tanto, se concluye que siendo el Señor Jesucristo Dios, Él existe de eternidad a eternidad. Este capítulo, que recalca la Deidad de Cristo, debe estar inseparablemente relacionado con el que sigue, en el cual se da énfasis a la humanidad del Hijo de Dios, realizada a través de la encarnación.

B) Pre-existencia en el Antiguo Testamento.


Textos de su pre-existencia

Éxodo 17:5-7 declara que durante el peregrinaje de Israel por el desierto Dios le ordenó a Moisés que golpeara una "roca" en el monte Oreb para saciar la sed de todo el pueblo. El pasaje mismo demuestra la fidelidad de Dios hacia Israel al proveerles sobrenaturalmente todo lo necesario para subsistir en el desierto. Cuando el apóstol Pablo escribe a los Corintios les explica el significado que éste maravilloso evento tiene. En primer lugar Pablo dice en referencia a los judíos que "todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la "roca espiritual’ que los seguía, y esa roca era Cristo." (1 Corintios 10:4). La declaración de Pablo es una poderosa evidencia de la " pre-existencia de Cristo" antes de su nacimiento virginal en Belén. Al mismo tiempo, el pasaje es una explícita referencia del envolvimiento activo que el eterno Hijo de Dios tuvo en la provisión de las necesidades del pueblo de Israel.


Otros pasajes mesiánicos también testifican de la Pre-existencia de Cristo antes de su nacimiento en Belén. Por ejemplo; David escribe en el Salmo 2:7, "yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: ‘mi Hijo eres Tú." En su contexto inmediato el pasaje se refiere al propio rey David como el ungido de Dios, sin embargo, su máximo cumplimiento se encuentra en la persona del Señor Jesucristo, quien según la carne fuera descendiente directo de David (Romanos 1:3-4). Así lo entendieron los escritores del Nuevo Testamento, quienes guiados por el Espíritu Santo aplicaron éste pasaje al Señor Jesús (Hechos 13:33; Hebreos 1:5; 5:5). Por otro lado, aunque el pasaje apuntaba hacia el futuro, David testifica de la presente existencia de Cristo al momento de escribir el Salmo, y de el merecido honor que debía recibir de los hombres aún antes de venir al mundo, pues en los versos 11-12 dice: "Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor. "Honrad al Hijo, para que no se enoje y perezcáis por el camino. Bienaventurados todos los que en él confían."


De la misma manera el Salmo 45: 6-7 dice: "tu trono, oh Dios es eterno y para siempre." El escritor de Hebreos explica que el personaje que está hablando en primera persona en el texto es Dios Padre, y el personaje al que se refiere en segunda persona como "tú" y como "Dios," es el Señor Jesucristo (Hebreos 1:8-9).

Hay un triple énfasis en el Salmo; en primer lugar se encuentra la referencia a Cristo como el Rey exaltado. Es decir; como el Mesías ungido cuyo cetro de justicia es (en tiempo presente) el cetro de su reino. En segundo lugar; en referencia al trono del Mesías se dice que es un trono "eterno y para siempre." La eternidad no tiene principio ni fin, no está sujeta a las limitaciones del tiempo. La razón del porqué el trono del Mesías es eterno es en base a quien él es por naturaleza. Tanto David, como el escritor de Hebreos, y ultimadamente Dios Padre atestiguan que el Rey exaltado, y Mesías ungido es Dios, y porque es Dios es que su trono es eterno. "Si Jesús existía en la eternidad; sólo hay una forma de describirlo: Eterno." 110:11

Miqueas 5:2; Juan 8:56; Juan 1:17.


Miqueas 5: 2 " Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" Miqueas claramente señala la preexistencia de Aquel que había de nacer en Belén. Estas "salidas" de Cristo alcanzan hasta la eternidad en el pasado. "




C) La Pre-existencia de Cristo en el Nuevo testamento

Textos de su pre-existencia

Juan 1: 1 "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios."


En el principio. Esta expresión se refiere al tiempo antes que el universo fuera creado por Dios, lo que indica claramente la preexistencia del Verbo (cp. Gn 1:1).


el Verbo. Este término en griego (lógos) es muy rico en significado (i.e., palabra, mensaje, proclamación, declaración, mandato, asunto, etc.). En la época del N.T. el lógos tenía connotaciones muy especiales, tanto para los judíos como para los gentiles. Para el judío (por medio de la Septuaginta y otros escritos en griego) significaba la presencia poderosa y creativa de Dios (Sal 33:6; cp. Gn 1:3, 6, 9, 14, 20, 24; Is 55:11).


El lector no judío pudo muy bien haber pensado del término en un sentido filosófico, como una unidad coherente que llena y ordena el universo. El apóstol Juan trasciende esta comprensión. En el evangelio le confiere este título al Jesús histórico (1:14), y así le identifica como la suprema revelación personal de Dios en la historia humana (cp. He 1:1–4).


el Verbo era Dios. El Lógos es igual con el Padre en esencia y deidad. Con esta explícita declaración, Juan dice que Jesús es Dios, un énfasis a lo largo del cuarto evangelio.


Juan 3: 13 "Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, [que está en el cielo]."


Juan 3: 31-34: "El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida."


Juan 6: 62 "¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?"



Juan 8: 16: "Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el

que me envió, [el Padre]."


Juan 8: 23: "Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo."


Juan 8: 58: "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy."


Juan 16: 28: "Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre."


Juan 17: 5: "Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese."


Juan 20: 28 La declaración de Tomás "Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!" Cabe resaltar que Jesús no reprendió ni rechazo tal afirmación .

Apocalipsis 3: 14" Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto.


El testimonio de Pablo sobre la Pre-existencia de Cristo


Filipenses 2: 5-11 "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre"

2 Corintios 8: 9" Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos"


Colosenses 1: 15-17 " El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten"


El Padre rebela la Pre-existencia eterna de Jesus

¿QUIEN DICEN LOS HOMBRES QUE ES EL HIJO DEL HOMBRE?



Confesión de Pedro : Mateo 16 : 13-20

En cierta ocasión Jesús confrontó a sus discípulos con la pregunta; "¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?" Para entonces, la fama de Jesús se había expandido por toda Judea, Samaria, y Jerusalén, y aún en las tierras de los gentiles. Jesús había alimentado ya a miles de gentes, ya había expulsado demonios, ya había caminado sobre el mar, ya había levantado a los paralíticos, ya había sanado a los ciegos, y hasta había resucitado a los muertos. Sin embargo, la gente seguía teniendo un concepto limitado y equivocado acerca de él.


¿ Porqué Jesús hizo tal pregunta a sus discípulos ?, ¿sería acaso que él no sabía lo que la gente pensaba y creía acerca de él? ¡Claro que si, él lo sabía a la perfección! El apóstol Juan escribe en el capitulo 2:24-25, que "no era necesario que nadie le dijera lo que había en él hombre, porque él sabía lo que había dentro de el hombre." Entonces, porqué Jesús preguntó eso a sus discípulos ¿ necesitaba Jesús la opinión de la gente ? esta claro que NO, la necesidad era de sus discípulos, ellos necesitaban diferenciar entre la opinión de la gente, y la revelación que el Padre mismo da sobre el Hijo. Como veremos mas adelante Jesús hace una segunda pregunta a sus discípulos, y la pregunta es; "y vosotros, ¿quien decís que soy yo?" Desde el momento en que Jesús formula ambas preguntas, se anticipan dos respuestas completamente diferentes; "lo que los no creyentes dicen sobre El, y lo que sus seguidores deben creer acerca de El.

La opinión de la gente a la respuesta a la primera pregunta fue: "algunos dicen que eres Elías, otros dicen que eres Jeremías, unos más dicen que eres Juan el Bautista, o uno de los profetas." Esta respuesta no es de sorprender, ya que hasta sus propios hermanos en la carne no creían que Jesús fuese el Mesías, ( estos creyeron en El después de su resurrección ) ." Sus paisanos de Galilea tan sólo lo veían como "el hijo de José el carpintero y nada más." Sus enemigos veían a Jesús como "Un glotón y bebedor de vino, amigo de publícanos y pecadores." Para muchos de ellos, Jesús no era sino "un impostor que se hacía pasar por profeta, y un blasfemo que pretendía ser Dios, al llamarse Hijo de Dios" (Juan 10:29-39). La opinión de la gente incrédula sobre Jesús siempre ha sido errónea; nunca reconocen a Jesús como algo más que un ser humano, ni le da el crédito y el reconocimiento que los escritores de la Biblia explícitamente le atribuyen.

En día de hoy la opinión de la gente incrédula sobre Jesús no ha cambiado mucho Con diferentes variaciones su obra y su persona continúan siendo minimizadas, principalmente e irónicamente por grupos religiosos seudo cristianos, (es decir, que se auto denominan cristianos). En cuánto a la obra de Cristo, las sectas religiosas niegan la eficiencia y suficiencia de su sacrificio en la cruz, al buscar la justificación en base a sus obras. En cuánto a su persona, niegan su completa deidad e igualdad con el Padre, en cuánto a su pre-existencia, naturaleza y atributos divinos, otros reduciéndolo a una mera criatura celestial y angelical .


Y VOSOTROS, ¿QUIEN DECIS QUE SOY YO?


La respuesta acertada a la interrogante sobre la identidad de Jesús se encuentra en la confesión de Pedro, que sin dudarlo, pronuncia las palabras que revelan la verdadera identidad de Jesús.


La declaración de Pedro contiene dos verdades fundamentales de la persona de Jesús; 1. Su obra salvadora 2. Su identidad divina: "Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16). Al decir "Tú eres el Cristo," Pedro testifica sobre el ministerio salvífico y redentor de Jesús como el Mesías prometido. Al decir: "Tu eres el Hijo del Dios viviente," Pedro testifica del origen divino de Cristo, de donde él proviene, de su identidad en pocas palabras, la declaración de Pedro encierra tanto la misión redentora de Cristo, como su identidad divina dando esta declaración una clara pre-existencia eterna de Jesús , ya que si El es divino como hijo, es eterno y si es eterno, es lógicamente pre-existente a su nacimiento como hombre.


Pues la respuesta a la segunda pregunta no está basada en la mera opinión del hombre; sino en la revelación y el testimonio del Padre, y el testimonio del Padre es verdadero (Juan 5:32, 37). Juan advierte que el que es de Dios y conoce a Dios tiene el espíritu de verdad, pues confiesa a Jesús como el Cristo, y como aquél que vino en carne. Así mismo, el que no es de Dios, ni le conoce, no confiesa a Cristo como lo que él es, pues tiene el espíritu del error, conforme al mundo. (1 Juan 3:22-24; 4:1-6).


Muchos grupos religiosos predican a Jesús como el Mesías, y como el Hijo de Dios, y aparentemente no están en contradicción con la declaración de Pedro. Sin embargo, no contemplan las "implicaciones" y el "amplio significado" que las Palabras de Pedro tienen. Al igual que los judíos, las sectas religiosas en su afán de "defender al Padre," niegan lo que el Padre mismo ha revelado y testificado sobre su Hijo, argumentando y acusando a los cristianos evangélicos de poner a Cristo por encima del Padre, cuando sólo nos limitamos a defender el testimonio que el mismo Padre da de su Hijo. No creer en el testimonio del Padre, que es el "mayor testimonio" que pueda existir, es "hacer mentiroso a Dios" (1 Juan 5:6-12).


Jesús afirmó la respuesta de Pedro al decirle: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está e los cielos." Como vemos, el concepto correcto sobre la obra y la persona de Jesús proviene de Dios, esto significa que el Padre mismo está interesado que la verdadera iglesia conozca en quien verdaderamente ha creído. Digo esto, pues Jesús afirmó que la declaración de Pedro sería la roca sobre la cuál él edificaría su iglesia. Por lo tanto, la verdadera iglesia de Jesucristo es edificada sobre la verdad a cerca de la persona y la obra de Jesús, como el Cristo y como el Hijo de Dios, entendiendo desde luego las implicaciones y el amplio significado de tan breve pero tan hermosa declaración.


Esta declaración de quien era y es Jesús rebelada por el Padre a Pedro es una rotunda afirmación de la Pre-existencia eterna de Jesús .


TODO EL MATERIAL PUBLICADO PERTENECE A LA ESCUELA BIBLICA EVANGELICA FILADELFIA E.B.E.F